miércoles, 20 de febrero de 2013

Breve descripción corográfica de San Sebastián - I

1. En aquella parte de la Cantabria a la cual los antiguos geógrafos romanos llamaron región de los Bascones, los autores del tiempo medio Lipúzcoa (1) y los modernos Guipúzcoa, se mira asentada la célebre población de San Sebastián, denominada también Oeaso, Idanusa, Izurun y Donostia, aun por algunos escritores que han sabido latinizar este último nombre (2), a los 15º y 35' de longitud y a los 48º y 24' de latitud, bajo un apacible clima. El sitio en que se halla fundado este pueblo es una vistosa planicie, que empezando a formarse por el Septentrión al pie de una montaña medianamente elevada, va discurriendo como tiro de cañón a mediodía hasta un paraje donde vuelve a remontarse el terreno con una dilatada colina, que conforme va penetrando e internándose hacia el mismo Mediodía, continúa en tomar mayores incrementos de altura y elevación. Por la parte oriental y occidental cierra dicha planicie el mar Oceáno Cantábrico, que metiendo sus soberbias aguas por dos bocas, forma en la segunda una capacísima bahía o concha, a manera de media luna, cuyas ondas vienen a batirse contra los muros de la ciudad y sus espaciosos arenales; y en la primera, una peligrosa barra, que recibe ansiosa en su profundo seno los cristalinos caudales del río Urumea, llamado así en idioma bascongado, o ya por los utilizados granos que se dice hallarse envueltos en sus arenas lo mismo que en las del Tajo, como asegura Garibay, o ya por lo delicado de sus aguas, el cual río, teniendo su origen en una de aquellas ramas de montes que se desgajan  y arrancan del Pirineo cerca de Arano y Goizueta y van derramándose en cordilleras por el reino de Nabarra y engrosándose con otros vertientes que se precipitan presurosos de diferentes cerros, viene a engolfarse en el piélago, casi pegante al lienzo oriental de la Zurriola, después de haber caminado majestuoso por espacio de algunas leguas y regado las frondosas riberas de Hernani, Astigarraga y Campo de Loyola, en dirección oblicua y tortuosa, y atravesando por bajo de los puentes de Ergobia y Santa Catalina, este último de doscientos venticuatro pasos de extensión (3).

HISTORIA DE SAN SEBASTIÁN (CAMINO Y ORELLA)

3 comentarios:

  1. (1)
    En la "Crónica de Alfonso III", escrita a fines del siglo IX o comienzo del X, se le da a Guipúzcoa o a una región suya, el nombre de Izón o Ación.

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  2. (2)
    "Donostiam incolae vocant". Moret,lib.I, "Obsd. Fonterr."("Los naturales la llaman Donostia")

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  3. (3)
    Ocampo y Garibay creyeron que este río Urumea es el Menlasco de Ptolomeo, aunque es más verosímil que lo sea, o bien el Bidasoa como pensó Oyenart, o el Oria, según Risco, continuador de Flórez. Si fuese legítimo el texto de Pomponio Mela cuando dice que el río Magrada bañaba la población de Oeaso, "deinde Iturissam et Oeasonem Magrada", se pudiera persuadir hablaba del Urumea, mas no ignoran los críticos lo viciado que se halla aquel pasaje de Pomponio Mela. (Es digno de notarse lo que en este pasaje escribe el geógrafo español : "Cantabrorum aliquot populi amnesque sunt sed quorum nomina nostro ore concipi nequant" : " Hay entre los Cántabros algunos pueblos y rios, cuyos nombres se resisten a nuestra pronunciación". . MELA, lib. III, cap. I, edición del Brocense. Edición crítica y exegética de Pomponio Mela, la de C.H. Tzschucke, Leipzig, 1806)

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